Inicia el 2023 y con él también inician nuevos propósitos. Uno de los propósitos más comunes en las personas es: bajar de peso. Esto, debido a que durante los festejos navideños y de fin de año caemos en excesos y comemos sin límite los deliciosos platillos que se preparan en nuestras casas.
¿Quién paga la factura? sin duda el aparato digestivo, el que varios días tuvo que soportar platillos grasosos, muy condimentados, gran cantidad de postres y bebidas alcohólicas al por mayor, en consecuencia, responde a la "agresión" mediante dolor, acidez y gases, además del peso que ganamos pues nuestro organismo tiene que almacenar las grasas en diferentes partes de nuestro cuerpo, generalmente donde nos es más molesto: cintura, abdomen, muslos, glúteos, brazos.
El organismo humano requiere cierta cantidad de grasa corporal para mantenerse saludable, pues esta sustancia es importante para regular la temperatura del cuerpo, aportar energía, proteger y aislar a los órganos (como si fuera un colchón), así como para producir hormonas (particularmente en la mujer).
Para que se puedan cumplir dichas funciones, en el cuerpo se almacenan dos tipos de grasas diferentes; una de ellas es denominada grasa esencial, y se aloja en diferentes lugares del cuerpo por ejemplo en el tejido mamario en las mujeres, este tipo de grasa no es la que nos hace ver gordos o con sobrepeso.
Por otra parte, también se tiene la llamada grasa almacenada, que es la que el organismo guarda como reserva energética en todo el cuerpo, cuando esta reserva es excesiva, la grasa se traduce en sobrepeso que se acumula en zonas indeseables como: brazos, muslos, abdomen y glúteos.
El porcentaje saludable en hombres debe ser del 8% al 19%, y en mujeres del 11% al 21%.
Método para medir la grasa corporal
Es importante saber si una persona tiene sobrepeso u obesidad y empezar cuanto antes a buscar una solución para deshacerse de esa grasa. La herramienta que proporciona una respuesta aproximada es el Índice de Masa Corporal (IMC), que se obtiene mediante una operación aritmética que consiste en dividir la cantidad de kilogramos del individuo entre el número obtenido al elevar al cuadrado la cifra de su estatura. Por ejemplo, si alguien pesa 85 kilogramos y su estatura es 1.70 m, deberá dividir 85 entre 2.89 (resultado de multiplicar 1.70 x 1.70), con lo que se obtiene un IMC de 29.4. De acuerdo a este cálculo puede determinarse cómo se encuentra el peso corporal, lo cual se valora al comparar el resultado con la siguiente tabla:
Una vez que conocemos nuestro IMC es importante que si estamos en un rango por arriba de 24, iniciar cuanto antes una rutina para llegar a nuestra Talla Ideal y empezar a quemar la grasa almacenada.
Si eres de aquellas personas sedentarias que quieren bajar un poco esa "grasita" acumulada, se recomienda empezar a practicar actividad física ya sea moderada o intensa, o lo mejor sería combinar las dos. Si tu trabajo o estudio no te lo permite, debes entonces cuidar tu dieta y seguir estos pequeños tips para que aceleres tu metabolismo que favorecen la quema de grasa en estado de reposo, evitando también un exceso calórico ya que terminarás por acumular más y más grasas en tu tejido adiposo.
- En ayunas, ingiere un vaso de agua: esto ayuda a regular tus ácidos gástricos el agua es el combustible (por así decirlo) para que la digestión en tu cuerpo, de los alimentos que ingieres, sea de manera óptima.
- Durante el día, ingiere agua regularmente media hora antes de las comidas (debe ser por lo menos media hora antes para no alterar el Ph de tu estómago) también ingerir agua una hora después de cada comida (no ingerir líquidos durante las comidas para evitar alterar el Ph de los jugos gástricos y composición de enzimas digestivas).
- Comer entre 5 y 7 veces al día: Sí, pueden comer todas estas veces en el día pero en cantidades que no te dejen con llenura ("repleto") que es lo que sucede regularmente en el almuerzo cuando ingerimos grandes cantidades de alimentos y rematamos con un vaso de jugo, ocasionando que nuestro metabolismo se vuelva lento y por esta razón es que nos da sueño después que consumimos un almuerzo repleto, ya que gran parte de nuestra sangre estará ocupada tratando de digerir esa gran cantidad de comida que le "metiste" de una a tu organismo. Además la digestión va a ser lenta y la absorción de nutrientes tal vez no sea eficaz.
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Aumenta tu ritmo cardíaco: Realiza ejercicios cardiovasculares de alta intensidad en intervalos: en un tiempo de 15 minutos. Corre o haz bici o elíptica a lo que más des (lo que llamamos picar), luego disminuye un poco el ritmo, luego, toma aire y vuelve a correr o montar a tu máximo y vuelve a disminuir un poco el ritmo para tomar aire y así hasta completar los 15 minutos. Este tipo de cardio es preferible que lo hagas después de tu rutina de pesas si asistes a un gimnasio
Lo que sucede es que hacer esto hará que el cuerpo use de manera más óptima la quema de grasa acumulada mientras estás en reposo o mientras haces cardio pero de manera moderada. Al hacer ejercicio intenso, el cuerpo usa la glucosa (proveniente de los carbohidratos) como energía principalmente (no quemas grasas). Lo que hace el ejercicio físico intenso ("picar", levantar pesas) es aumentar el ritmo o tasa metabólica basal, por medio de tus entrenamientos intensos, entonces la "quema de grasa" en reposo va a ser más eficaz y la glucosa consumida va ser llevada principalmente al mantenimiento muscular, y no tanto a acumularse en el tejido adiposo. - Suplementos para "quemar" grasas. Existen muchos suplementos que nos ayudan a quemar grasa. Muchos de estos suplementos se pueden tomar sin fórmula médica. Busca los mejores para tu organismo.